domingo, 3 de enero de 2010

LA FAES DE AZNAR Y RAJOY



 Cuando se afirma que la FAES (Fundación para el Análisis y Estudios Sociales) es de José María Aznar, se dice la verdad. La gente se refiere con toda certeza a la “FAES de Aznar”. También es verdad que la relación que hay entre la FAES de Aznar y Mariano Rajoy es que, con la primera le salió al segundo el tiro por la culata. De todas formas,  la FAES de Aznar le ha marcado  férreamente al PP la estrategia como partido de la oposición, desde aquel sorpresivo 14 M 2004. La FAES, aunque aparece por vez primera, como laboratorio de ideas y estrategias, en la Comunidad de Castilla y León en 1989 y en 1992 adquirió ámbito nacional, fue, sin embargo, el 1º de diciembre de 2003 cuando  adquiere su nombre y su renombre en la España gobernada, todavía, por el PP, con Aznar a la cabeza, aunque a quince meses de ser descabezado. En efecto, el 14  M de 2004 el proyecto político español del PP se fue al traste: ¡Rajoy pierde las elecciones generales! Realmente, las pierde Aznar por su complejo napoleónico, que le hizo enfrentarse contra la inteligencia y contra el pueblo español. El “napoleoncito castellano” llegó al orgasmo político cuando consiguió fotografiarse, pequeño y bigotudo él, entre Bush y Blair, declarando, el 20 M 03, la guerra contra Irak, que les llevaría, en dos pataditas  a aniquilar el terrorismo internacional…, simbolizado para ellos en el arsenal de armas de destrucción masiva…, escondido en las cuevas de Alíbabá por Sadam Husein. La FAES se engrosó con la fusión de varias fundaciones del PP y a medida que se acercaba el final de la era Aznar, sus dirigentes modelaban  la FAES como la plataforma que dirigiera la carrera del futuro ex Presidente Aznar. Querían los dirigentes del PP, aquellos que continuarían en la vida política y los que formarían el nuevo gobierno, Rajoy y sus fieles, que el autoritario Aznar estuviera dignamente entretenido pariendo ideas y estrategias desde la prestigiosa FAES, lejos de la Moncloa y de los ministerios y que, a la vez, su importante e inflado narcisismo se sintiera bien cuidado con visitas de alto rango, con clases magistrales universitarias, comparecencias en foros internacionales de altura y otras drogas para calmar la ansiedad (léase “mono”) de los ex mandatarios, entre las que están, los pingües sueldos. Sin embargo, José María Aznar, precisamente apoyándose en su FAES, ha dado bastantes quebraderos de cabeza a sus compañeros de partido. Aznar, ex presidente del Gobierno español, ha criticado y critica rastreramente a su sucesor, legalmente elegido, que es su presidente y que representa democráticamente a su patria. Aznar ha hecho lo imposible por humillar a Rodriguez Zapatero. Este resentido ex jefe de Gobierno, según fuentes de información muy certeras, sigue dependiendo, ideológica y estratégicamente, de sus superiores norteamericanos (así los siente él, como superiores a imitar…). Un catedrático, bien informado, de nuestra ULPGC me confirmó, hace pocos días, lo que yo había sabido por las referidas fuentes: el grupo de expertos norteamericanos, muchos de ellos aconsejados por su amigo G. W. Bush, es el que planteó a la FAES el tipo de oposición que debería hacer el PP, después de perder el Gobierno en las elecciones del 14 M 04. Estrategia opositora fuerte y contundente, puesto que las razones de la pérdida del poder político fueron también fuertes y contundentes. Haber apoyado, en solitario, a Bush y a Blair en la guerra de Irak, contra la opinión pública española y mundial, contra la UE, contra la OTAN, contra su Rey y contra su Papa, no es asumible ni olvidable electoralmente. Si, además, se añade el castigo terrorista del 11 M, asociado con toda lógica a la declaración de esa injusta guerra, entonces la estrategia propuesta por los expertos norteamericanos, humillados, a su vez,  por el atentado de las torres gemelas, tuvo que ser realmente rotunda y machacante. Los expertos norteamericanos consultados por la FAES previeron que, con estas desventajas tan pesadas, el PP tenía que ejercer una oposición violenta, pertinaz, unitemática, competitiva y jamás colaboradora, oposición ciega, sorda, pero parlante a tope, si quería ganar en 2008 o más posiblemente, en 2012. Y efectivamente, es así. La oposición parlamentaria que, desde 2004, viene haciendo el PP fue sugerida por los expertos norteamericanos consultados por la FAES de Aznar. Hemos tenido una oposición parlamentaria visceral, emocionalmente incontrolada, dirigida por sentimientos como el rencor, el odio y la sed de venganza. Nunca ha sido una oposición racional, ideológica, de alternativas pensadas y elegantemente ofrecidas. Parlamentarios como Rajoy, Sáenz de Santamaría, Esteban Pons, De Cospedal, Cristóbal Montoro y otros, se han pasado cuatro años de la primera legislatura socialista y  lo que llevamos con la segunda, cumpliendo de manera obsesivamente obediente el consejo norteamericano de la FAES de Aznar: “digan NO a todo; desgasten, sin tregua, la figura del Presidente del Gobierno culpándolo directamente de todo; ridiculicen permanentemente las acciones del Gobierno”. Esta estrategia, violenta y sádica, es muy eficaz porque crea un clima social de crispación, de confusión y, además,  la sensación general de estar siendo engañados. Una vez creado este clima, el yo inconsciente colectivo necesita encontrar un culpable para descargar la ira, generada por la frustración. El PP, con la sibilinamente acertada orientación de la FAES, señala como culpable al “padre de la horda, a quien hay que matar” y una inmensa mayoría de ciudadanos, empujados por una obediencia instintiva, efectivamente lo matarán. Hoy por hoy es  más que probable que Rodriguez Zapatero pierda las elecciones del 2012, primero porque ha hecho algunas cosas mal; pero sobre todo porque el método de los expertos norteamericanos de la FAES de Aznar, realmente funciona. El PP ha hecho y sigue haciendo el ridículo más vergonzante como partido de la oposición, en realidad no ha hecho oposición. A vista de todos está que el PP ha orientado toda su existencia, en estas dos legislaturas, a  ir envenenando al Presidente para conseguir el poder. A Aznar, a su FAES, a Rajoy y a sus fieles, nada, absolutamente nada, les importa, ni España ni los españoles. No sólo se les ve que se alegran cuando las cosas empeoran (analicen bien la expresión facial de Sáenz de Santa María o de Pons cuando critican al Gobierno…); sino que están haciendo lo posible para que empeoren. Cada vez que Rajoy se visualiza en el espejo mágico como Presidente del Gobierno y sus secuaces como Ministros, cobran nueva fuerza para seguir atacando al Gobierno y envenenando al Presidente. Que el católico sacristanismo del PNV y de CiU hagan lo mismo, es obligatorio, ¡bueno fuera! Es mi gran petición al niño de Belén: que los innobles se ennoblezcan y que los nobles sigan avanzando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario