martes, 24 de julio de 2012

ANGUSTIA, MIEDO  Y  SUSTO

Angustia, miedo y susto son tres sentimientos que todos hemos probado. El mero hecho de vivir avocados a la muerte, presupone niveles de angustia, miedo y susto considerados normales. Pero estos sentimientos pueden exagerarse, inflamarse, dejando, entonces, de ser normales. Unas veces los exagera y los inflama la propia persona desde su interior, usando negativamente su capacidad imaginativa y otras veces la angustia, el miedo y el susto son estimulados desde fuera: hay, por ejemplo, situaciones sociales, políticas y económicas que generan y alimentan estos dolorosos y destructivos sentimientos. Una crisis global, causada por una masiva estafa a cargo de los señores de la economía y de las finanzas en connivencia con los gobernantes corruptos, es capaz de inflamar la angustia, el miedo y el susto de los más débiles hasta niveles insospechadamente peligrosos para la salud integral. La inflamación de estos sentimientos negativos puede llevar a que muchas personas prefieran abandonar la vida, asfixiadas por las presiones insoportables procedentes de su entorno social y político que, sorpresivamente, lo constituyen sus banqueros (guardianes de su dinero) y sus gobernantes (guardianes de su bienestar). Lógicamente, estamos hablando del muy importante aspecto psicosocial de esta criminal estafa que ha derivado en una gran depresión. Aspecto psicosocial al que los gobiernos no prestan la más mínima atención, en un alarde de psicopática insensibilidad. Tenemos pocos gobernantes humanos y muchos son peligrosos idólatras del propio éxito, del poder personal y del dinero fácil. Ellos lo niegan y probablemente lo hacen con su razón, pero eso sólo quiere decir que sus intenciones se  han escondido tras el velo del estado inconsciente, lo cual es más grave y, sobre todo, más peligroso. El Presidente Rajoy  ha conseguido, de hecho, inflamar la angustia, el miedo y el susto de millones de españoles. Y si lo ha conseguido, ¿no será que inconscientemente lo pretendía? Y si no lo pretendía, ¿cómo es que lo ha conseguido con tanta precisión? La gran estafa económica perpetrada por los especuladores y estafadores tiene efectos negativos, a veces muy peligrosos y otras veces, incluso, letales sobre la salud individual y pública de la población. ¡Y esto hay que decirlo bien alto y bien claro, porque nuestros gobernantes parece que no lo saben! Los tres sentimientos de angustia, miedo y susto se utilizan, a veces erróneamente, como sinónimos. Fue Sigmund Freud en su libro Más allá del principio del placer, de 1920, quien propuso una distinción entre los tres términos. La angustia designa un estado caracterizado por la espera de un peligro, para el que el sujeto se prepara, aunque sea desconocido. La angustia es la somatización de la ansiedad y se siente en el pecho con presión torácica y sensación de asfixia. El miedo presupone un objeto concreto que, para el sujeto, es fuente de peligro. Y el susto se refiere al estado que sobreviene repentinamente cuando aparece una situación de peligro sin estar preparado para ella; en el susto el factor destacado es la sorpresa. Freud vio en el susto una condición determinante de la neurosis traumática. Dicho esto, concluimos que el Gobierno del Presidente Rajoy no para de angustiar, de amedrentar y de asustar a la población española más desprotegida. La situación se hace sádico trágica cuando se añade que no hay alternativas ¿Qué le parecen las medidas de su colega francés, el socialista Hollande? El presidente Rajoy angustia a los desprotegidos, porque no para de amenazarlos con su verdad de un futuro peor y desconocido. sin adoptar medidas que realmente resulten El Presidente Rajoy mete miedo con algo concreto, con el enfado de Frau Merkel si los de abajo no hacen los deberes y con el paro que aumenta, sin que adopte las medidas eficaces contra ambos objetos de miedo. El Presidente Rajoy asusta cada viernes con inaguantables sorpresas para los de abajo. ¡Que un mileurista se quede sin paga extra en Navidad, puede ser muy doloroso! ¿Qué le importará, personal y familiarmente, a Rajoy, a Montoro, a Sáenz de Santa María, a de Cospedal  y a los de arriba no recibir la paga de Navidad o ver rebajados sus altos sueldos? ¡Nada, absolutamente nada! La langosta prevista para la cena de  Navidad y los regalos de reyes, no variarán. Los que se angustian, se amedrentan, se asustan y, en su caso, se enferman o se suicidan, son los de abajo. El Gobierno Rajoy, con tal de hacer los deberes (¡qué expresión más humillante!), ignora la dimensión psíquica y espiritual e, incluso, la corporal de las personas humanas que gobierna. Sigo pensando que la honradez política y humana del Sr. Rajoy le llevaría o a escuchar a su pueblo y apoyarse en él a través de un referendum o al adelanto de elecciones, dada su incapacidad manifiesta para superar los efectos destructivos de esta gran estafa y su ineptitud cobarde para cuidar, no sólo la dignidad y el bienestar; sino la salud integral de sus gobernados.

viernes, 20 de julio de 2012

UNA ESTAFA CRIMINAL




Estoy de acuerdo con el Sr. Conde Pumpido, cuando dice que no debemos seguir hablando de crisis; sino de estafa. Realmente hemos sido criminalmente estafados. ¿Por quién? Un amigo le pregunta a otro:”¿Tú eres de izquierda o de derecha?” A lo que el preguntado responde: “Yo soy de los de abajo y lucho contra los de arriba”. La razón de que los de abajo luchen contra los de arriba, es que estos últimos, dueños del poder económico y financiero, después de haber volcado la natural pirámide democrática, han conseguido someter a los gobernantes elegidos democráticamente, con la intención de consolidar el sistema capitalista, sistema que defiende la división de clases, donde los pocos ricos son cada vez más ricos y el resto del pueblo es cada vez más pobre. ¡Los de arriba, sean izquierdosos o derechosos, han estafado criminalmente a los de abajo! Con el sistema capitalista no se igualan a los pobres con la clase media; sino que la clase media es empujada a bajar en la escala del bienestar y en la calidad de vida. El ejemplo más evidente es que el capitalista Sr. Rajoy  y su Gobierno, conceden amnistía a los ricos defraudadores y recortan los derechos sociales de los necesitados: sanidad, educación, ley de dependencia, subsidio a desempleados. ¿No es eso una gran estafa? El pueblo español ya se está levantando en lucha, veo que se levanta gente de izquierda, pero también gente que votó a la derecha y que están unidos porque todos se sienten de abajo, estafados por los de arriba. El actual gobierno se ha cegado en una humillante obediencia a los mercados y a las sádicas normas impuestas por Bruselas, de parte de los mercados. La Frau Merkel quiere afianzar bien el paradigma capitalista y por ello desea una Europa a  dos velocidades entre los países ricos y los pobres. El empeño del capitalismo por refundarse se manifiesta en las disparatadas medidas de ajustes y recortes que este Gobierno, absolutamente vendido a los mercados y a los nuevos autarcas europeos, hace pesar sobre la población más débil y sobre la clase media. No hay duda de que hemos sido criminalmente estafados. Los Gobiernos democráticos quedan sometidos a los intereses voraces de los señores de la economía y de las finanzas, que, llegando el caso, también son señores de la guerra. Por eso, se ha ido viendo, cada vez más claro, que nuestros Gobiernos no están resolviendo una crisis socioeconómica y de valores, porque las medidas que adoptan para atajarla, según el parecer de todos menos el de ellos, van en sentido contrario a la resolución de una crisis socioeconómica. La esperanza de que con el empobrecimiento general, con recortes y más recortes en derechos adquiridos por el estado del bienestar, vamos a salir de esta crisis, es sólo una delirante quimera, porque estas medidas no son para salir de la crisis; sino para que entremos más profundamente en la trampa en la que también han entrado los gobiernos, sobre todo los gobiernos de derecha, como el nuestro, por su natural afinidad con los de arriba. Todos vemos que los que salen beneficiados de esta crisis, que en realidad es una estafa, son los señores del dinero y de las finanzas, ayudados por el grupo no pequeño de gobernantes, también estafadores, tramposos y sinvergüenzas. Por eso, la lucha es de los de abajo contra los tramposos y estafadores de arriba. En un sistema capitalista, ya enraizado, la verdadera división de clases es entre los de arriba y los de abajo, porque los de derecha y los de izquierda tienden a evaporarse para mezclarse fraudulentamente entre sí, por eso el PSOE nos estafó adoptando medidas de derecha contra los de abajo. Todos estamos ya más que indignados, los militares y los jueces, los sanitarios y los docentes, los intelectuales y los mineros, los autónomos y los libre profesionales, los funcionarios, los jóvenes y los mayores, ¡hasta los empresarios! Las calles se van llenando lentamente de más y más indignados, que pasarán a ser cabreados y rebeldes, ¿qué más quiere el Sr. Rajoy? ¡Son casi el 70% del pueblo español que recrimina al Gobierno del PP y ni entiende ni acepta sus recetas para salir de la crisis. El Doctor Rajoy pretende curar un enfisema pulmonar recetando puros habanos y esto ya  no se lo tragan ni sus votantes, no los adictos al PP,  sino la gente  libre que, por cabreo o por error, lo aupó el 20 N hasta el disparate de la mayoría absoluta. El Gobierno Rajoy, no cae en la cuenta de que no está tomando medidas para  salir solidaria y equitativamente de la crisis del sistema; sino que las medidas que toma son para lograr que la estafa criminal de los señores de la economía y de las finanzas se camufle tras la crisis, en beneficio de los poderosos y en maleficio de los débiles  ¿Cómo se atreve a decirnos que sigamos fumando habanos y que tengamos esperanza  porque algún día nos curaremos del enfisema pulmonar? Si Vd. fuera libre, valiente y políticamente honrado escucharía la lógica y sabia sugerencia, que ya se le ha hecho, de convocar un referendum sobre su nuevo y absolutamente distinto programa político, que no es en absoluto aquel por el que el pueblo le votó. No se escude más en el falso y cansino tópico de la herencia recibida, porque esa es una argucia que usan todos, la usó el Presidente Aznar con el Presidente González y el Presidente Zapatero con el Presidente Aznar y ahora le toca a Vd. seguir con ese juego infantil y estúpido. Se le ha dicho, de mil maneras, que hay otras medidas más solidarias, más igualitarias, más equitativas y más efectivas, para superar esa herencia recibida que sobrecargar a los de abajo hasta hacerlos reventar de desesperación y de rabia. Sr. Rajoy, lleva Vd. siete meses desoyendo la voz del sentido común y la de su pueblo y obedeciendo, como un lego cartujo, a los refundadores del capitalismo. Zapatero negó y no abordó la crisis y Vd., Sr.Rajoy, niega y no aborda la estafa.

miércoles, 4 de julio de 2012

MÁS VALE DIMITIR QUE NO REPRESENTAR



En una democracia auténtica, es decir, no formal (¡la nuestra lo es y mucho!), un gobernante o máximo responsable de cualquier colectivo no debería, en mi opinión, asumir el liderazgo si no lo vota un muy alto porcentaje de los votantes. Para mí el porcentaje correcto y esperable no debe bajar del 80%. Yo considero que un líder verdaderamente democrático, sin adicción al poder ni al dinero, tendría que renunciar a un liderazgo que no fuera realmente representativo de su colectivo. Tanto D. Paulino Rivero como D. José Miguel Pérez, han aceptado seguir liderando a CC y al PSOE respectivamente con porcentajes de apoyo muy, muy bajos. Es decir, de cada cien miembros de ambos partidos, hay casi cincuenta que rechazan a sus recién nombrados líderes. Esta realidad, además de señalar la existencia de una democracia partidista muy poco participativa, señala también una democracia contradictoria por lo poco representativa, además de mostrar, con absoluta lucidez, la existencia de una división interna que, ahora, tenderá a agravarse aún más. ¡Qué fobia le tienen los líderes a las dimisiones! Son capaces de pasar por las más punzantes contradicciones o los más denigrantes de los ridículos con tal de no perder la silla. ¿Saben Vds. cómo funciona la conciencia del líder que se sabe no representativo, no participativo? Desde la aparición de la psicología profunda, todos oímos hablar de los mecanismos de defensa. Pues bien, la conciencia de este tipo de líder vive defendiéndose, piensa defendiéndose y siente defendiéndose. Utiliza el mecanismo defensivo de la negación, es decir, niega infantilmente sus propios sentimientos ante los hechos, niega que tales sentimientos de fracaso le pertenezcan; también utiliza el mecanismo de la racionalización, convenciéndose con falsas razones, con afinados sofismas, que los que le han votado son los miembros más cualificados del colectivo, se convence, con inflamadas pseudo razones, que los críticos están equivocados; usa, además, el mecanismo de la proyección, lanzando (desde el centro a la periferia, desde el sujeto al objeto) sus fallos y sus culpas sobre los demás, cerrándose, así, el camino de la sabia autocorrección y abriendo la oscura senda de la torpeza. Es siempre mucho más fácil, más honesto, más noble y más productivo para todo y para todos dimitir antes de no representar. Pero, ¡qué difícil se les hace a los líderes dimitir, qué doloroso es para ellos abandonar el sillón! Con tal de no abandonar la adicción al poder y al dinero, un líder, que se sabe no representativo y no participativo, es capaz de asumir su liderazgo en el marco de una insoportable ambigüedad democrática, ofreciendo una imagen circense de sí mismo e invalidándose para un servicio ético y eficaz a la comunidad política. Hay más causas para asumir la dimisión como una operación normal en la vida de los colectivos, por ejemplo, la realización en una persona del llamado Principio de Peter, que es el principio de la escalada en el poder hasta instalarse en el nivel de la incompetencia. ¡Cuántos magníficos profesores se instalaron como incompetentes directores, cuantos magníficos concejales escalaron hasta demostrar su incompetencia como alcaldes! Muchos y muchas han hecho mucho daño manteniéndose incompetentemente en el liderazgo político. ¡Qué daño hizo y se hizo el Presidente ZP por no dimitir cuando la UE y los usureros mercaderes le obligaron a traicionar vergonzosamente sus principios socialistas! ¡Qué ocasión perdida de dar al mundo la gran lección que necesita, mucho más que ajustes y recetas económicas, la lección de la honestidad, de la libertad valiente y de la fidelidad al servicio del pueblo con una contundente dimisión! Los españoles rechazaron al Presidente ZP, no por desobediente a la UE y a los Mercados; sino por traidor a sus principios. Del actual Presidente Rajoy y de sus Ministros no cabe esperar ninguna dimisión, porque los principios capitalistas y clasistas los unen, en matrimonio indisoluble, a los soberanos mercaderes. Un rasgo definitorio del sistema capitalista es el conservadurismo a ultranza y la guerra a todo cambio fundamental. La dimisión es un gran cambio, un acto de revolución ética, una gran lección democrática que un convencido capitalista se niega siempre a impartir. A este punto, me acuerdo de aquel chiste malo que me contó en mi adolescencia mi amigo Javier B.: más vale morir con Osram que vivir con Philipspendio. Por cierto, en el Gobierno del Sr. Rajoy ya se han pedido dos dimisiones: la del Ministro D. José Manuel Soria López y la de la Ministra Dña. Fátima Báñez García, si ella no explica lo que tiene que explicar. En este caso, con un poder tan absoluto, no se trata de falta de representatividad, ni de desacuerdo con los voraces Mercados o con la autarca Frau alemana. ¡Oiga! ¿De qué se tratará?