lunes, 20 de diciembre de 2010

¡70 MUJERES ASESINADAS! ( I )

Es realmente asombroso aceptar que en la europea y católica España haya 70 machos, incontrolados y violentos, que han asesinado a 70 mujeres que fueron sus parejas. Varios de esos machos, redundantemente machistas, optaron después por matarse, quizás porque su viril hipernarcisismo no les permitía que la sociedad patriarcal los castigara por su hazaña o, quizás, porque su propia conciencia los condenó a muerte. Los que no lo hicieron, quizás quisieron gozarse el cosquilleo de la “valentía machista”, o el gozo titánico de la aureola del “héroe”, quién sabe…

¿Pero, por qué estos machos vejan, insultan, maltratan y hasta matan a sus mujeres?

En primer lugar, y aunque los sustentadores del actual paradigma capitalista neoliberal se sonrían cínicamente, estos machos maltratan y matan porque son víctimas, precisamente, del paradigma de la desigualdad. La conciencia desigual es el cimiento sobre el que se edifica el matusalénico paradigma capitalista neoliberal, que gobierna toda sociedad en el planeta Tierra. Para ser posible que en el mundo haya pocos ricos y muchos pobres, pocos explotadores y muchos explotados, pocos dueños y muchos esclavos, para que haya suficientes machos maltratadotes y un sinfín de mujeres maltratadas, tiene que haber un sistema, un paradigma basado, de hecho (aunque no lo sea de derecho), en la desigualdad esencial de los seres humanos.

Según algunos y últimos indicadores antropológicos y arqueológicos, la humanidad comenzó su andadura con una Era de equilibrio, de igualdad esencial entre mujeres y hombres. De esa Era de igualdad esencial se salió hacia la Era del desequilibrio y la desigualdad matriarcal. El poder femenino invadió a la entera sociedad y el nivel de explotación hacia los hombres, considerados desiguales al servicio de las mujeres, llegó a extremos de tremenda crueldad. Contra ese insoportable desequilibrio matriarquita, se rebelaron los hombres, que instauraron el dominio masculino, sustituyendo una desigualdad por otra aún peor y más duradera, la desigualdad machista, por la que las mujeres, consideradas desiguales, se convirtieron en propiedad de los hombres, al mismo nivel que la choza, la finca o el mulo, por tanto sin alma, como afirma la Biblia judía y afirmó durante siglos la jerarquía católica, en un alarde de suma torpeza y vergonzosa misoginia. Desde finales del s.XIX, los movimientos feministas, luchan por restaurar el equilibrio y la igualdad, de derecho y de hecho, entre mujeres y hombres. También muchos hombres están abandonando la conciencia patriarcal y machista y ascendiendo a una conciencia de igualdad esencial.

Pero es la permanencia todavía de la conciencia desigual, en su expresión patriarcal-machista, la responsable más profunda del asesinato de estas setenta mujeres. La conciencia de desigualdad de género no se manifiesta sólo en el asesinato de una mujer. Ese tipo de conciencia se observa en las diarias indiferencias, arrogancias, sutiles faltas de respeto, silenciosas ausencias de la mujer en determinados estamentos sociales, habituales y permitidos gestos de dominio masculino sobre la mujer. ¡No nos engañemos! Cuando una mujer es asesinada por quien fue su pareja, hay una larga y previa secuencia de sutiles y, quizás, “elegantes” malos tratos, esos que se realizan con guantes de seda, al estilo de un “señor”, de un “señor” educado en la conciencia de desigualdad o maleducado para convivir en sociedad.

¡70 MUJERES ASESINADAS! (II)

La era patriarcal-machista se caracteriza por el dominio del hombre sobre la mujer. El término “dominio” procede de “dominus” (en latín señor). Era precisamente el “señorío” o “dominio” el que el hombre ejercía sobre la mujer y también sobre sus siervos comprados. El “dominus” era señor de la vida y de la muerte, propietario exclusivo del siervo y de la mujer. Su dominio, sin necesidad de llegar a decidir la muerte de una mujer o de un siervo, se ejercía en el vivir y quehacer cotidianos. Exactamente igual que ocurre hoy, en la vida diaria de los hombres y de las mujeres de nuestras sociedades. Actitudes dominantes tan “suaves” como la de ir modelando a la mujer al gusto del hombre: “me gusta que te peines así, y que te vistas así”, “no me gusta ese escote, no te queda bien…”El hombre de conciencia patriarcal-machista intenta, consciente o inconscientemente, que su pareja mujer llegue a convencerse de que no puede vivir sin él. Es entonces cuando ese hombre fantasea con que la mujer es “Sólo mía”, al estilo de la película de Javier Balaguer; en ella, Ángela y Joaquín se casan felices y felices se hacen madre y padre, hasta que un día Joaquín no controló su insospechado e inconsciente rechazo a la igualdad de género y se enfadó, reprochó, insultó y golpeó a la mujer de su propiedad. Es ese sentimiento de propiedad, hija de la conciencia de desigualdad, que tiene el hombre respecto a la mujer, la causa profunda de todo maltrato, desde el más melifluo hasta el más sangriento. Se trata de cambiar el paradigma capitalista neoliberal, que se basa en la conciencia de desigualdad esencial, también entre hombres y mujeres. Y dentro de ese nuevo paradigma, un nuevo sistema educativo fundamentalmente basado en la educación en la conciencia de igualdad esencial. Un nuevo sistema educativo no puede tener como único objetivo (¡hoy de facto es así!) que nuestros jóvenes obtengan buenas calificaciones en sus asignaturas de letras o de ciencias, con el fin de que sean buenos historiadores, buenos ingenieros o buenos abogados. Lo realmente esencial en un paradigma educativo es educar precisamente en lo esencial y hacerlo también en lo accidental. Y lo esencial está constituido por los valores que hacen que un ser humano, sea real y esencialmente humano. Y no hay valor más esencial para el bienser y el bienestar de cada uno de nosotros y de la humanidad en su conjunto, que el valor de la igualdad esencial, de la que se deriva el amor, que, como dijo Agustín de Hipona, “o se da entre iguales o hace iguales”. El reconocido sabio, Dr. Claudio Naranjo, acaba de publicar un libro titulado “Cambiar la educación, para cambiar el mundo”. ¡Es urgente renovar el obsoleto e ineficaz sistema educativo! Si el Ministro de Educación y los 17 Consejeros Autonómicos no saben, como así parece, que pidan ayuda a la sociedad civil, hay gente de a pie que sabrían hacerlo sin dependencias esterilizantes, sin extenuantes retóricas y con creativa y expeditiva libertad. La bestia capitalista de la desigualdad, seguirá defendiéndose, resistiendo y atacando con nuevas crisis. Pero las mujeres y hombres con conciencia de igualdad, terminarán ganando con constancia, con esfuerzo, con unión y con esperanza alegre.

¡Por el momento, guerra sin tregua al maltratador, al melifluo y al sangriento, al religioso y al ateo, al de guantes blancos y al de puños de acero! Que duerman para nosotros y vivan para ellas, en paz, las setenta almas femeninas, cuyas personas asesinaron setenta “señores propietarios” y que su respetada memoria avergüence, sin piedad, a quienes sigan cultivando el infernal paradigma de la desigualdad.

domingo, 12 de diciembre de 2010

A LOS CIENTÍFICOS CANARIOS DE LA LAGUNA



El Aula de Divulgación Científica de la Universidad de La Laguna  ha arremetido contra la medicina homeopática, declarándola, ex cathedra, como pseudomedicina, pseudoterapia carente del mínimo valor médico, y ha reprochado al Presidente del Gobierno Canario y al propio Parlamento Autonómico por apoyarla. Es curioso porque mi idea es la de felicitar a ambos por su sabiduría, su conciencia abierta y su valentía al apoyar, con su presencia,  la alternativa médica homeopática a la convencional medicina alopática. Es también curioso que muchos alópatas, no todos, se sientan atacados por la homeopatía en su conciencia de clase corporativa. Y además, víctimas de un gatillazo regresivo infantil, los científicos laguneros se enfadan con papá Paulino, porque también valora y ama a otros hijos
Yo también me considero científico (aunque no pertenezco a ninguna asociación de científicos). He cursado dos carreras universitarias, una con doctorado, y dos diplomaturas y he cumplido cuarenta y un años ejerciendo como psicólogo clínico en Roma, Nápoles, Londres, Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria, investigando científicamente en mi consulta diaria con más de catorce mil clientes (otro día les diré por qué no les llamo pacientes…). He sido y soy, además, formador post grado de un buen grupo de psicólogos y de médicos. Todo esto lo digo para dirigirme a Vds. como colegas, de igual a igual, lo cual es esencial para dialogar. Es importante que yo les respete a Vds. como iguales y Vds. hagan lo propio conmigo, aunque yo no pertenezca al Aula de Divulgación Científica de la ULL. Yo espero que esa Aula no se haya autodefinido científicamente infalible, al estilo de Pío IX en 1870. Ese nefasto papa, que por su neurosis de pérdida  de los Estados pontificios frente a Garibaldi, se autocompesó, declarándose infalible por encima de la ciencia y de las ideologías, se convirtió en un autista papal en relación al mundo y a la humanidad.
Queridos colegas científicos y canarios, déjenme protestar por la inconmensurable salida de tono de su ataque contra la medicina homeopática. ¡No la consideran vds. como ciencia! ¿Y quiénes son Vds. para considerar como científica o no una actividad humana? Sean, por favor, hipotéticos y opinantes, no dogmáticos y excluyentes. Dicen Vds. que en 2003 se fundó su Aula con tres objetivos: el primero es  divulgar el conocimiento científico, el segundo es divulgar el pensamiento crítico y el tercero la identificación de las pseudo ciencias.
Vayamos por partes, porque la triple finalidad de esta Aula de Divulgación Científica, encierra cierto peligro. En primer lugar, niegan Vds. que la homeopatía, y me imagino que también el psicoanálisis, la psicología transpersonal, la medicina china, la medicina chamánica y otras muchas disciplinas, sean conocimiento científico. ¿Saben Vds. lo que es el conocimiento, más allá del superficial saber? ¿Saben vds. que el adjetivo “científico” aplicado al conocimiento supone una limitación y represión del mismo? La ciencia, con su método inflexible y materialmente empírico, ya no es un trampolín; sino una trampa en manos de los poderes fácticos. Creer lo contrario es lo que convierte toda comunidad científica en una secta, en una religión laica, tan delirantemente infalible como las sectas religiosas. En segundo lugar, ¿de qué pensamiento crítico habla una secta científica? ¡Claro que el pensamiento crítico es piedra angular del método científico! pero ¿por qué tienen Vds. tanto miedo a lo nuevo, a lo alternativo? ¿Por qué la comunidad científica ha padecido siempre de una terrible psicopatología que es el misoneísmo (miedo patológico a lo nuevo), señalado valientemente por Carl G. JUNG? ¿No anotan Vds. en sus hojas de registro que todos los innovadores, descubridores y creadores, reconocidos, luego, como científicos fueron primero temidos y perseguidos por la ortodoxia corporativista de la comunidad científica?
Efectivamente, la experiencia de la incertidumbre permanente, el anti dogmatismo, la  capacidad siempre abierta al cambio y a lo nuevo y la disposición de observación desinteresada y de escucha sin defensas, constituyen la actitud fundamental científica, tan importante, o quizás más, que la objetividad del llamado, ¡con muchas reservas!, método científico.
En tercer lugar, y llegando a un lugar y nivel delicados y peligrosos, el Aula Cultural de Divulgación Científica de la ULL, se asigna la misión inquisitorial de “identificar a las pseudo ciencias”. Si las identifican como falsas ciencias, es para excomulgarlas y anatematizarlas. Es la Santa Inquisición de la Ciencia, que no teniendo ya la posibilidad de la hoguera en pública plaza, expulsa y declara ineptos a los nuevos, a los críticos, a los innovadores, siendo estos tan médicos como aquellos.
Queridos colegas científicos y canarios, usen el conocimiento, pero con sus tres ojos, corporal, psíquico y espiritual, es decir, el conocimiento holístico que es el único auténtico y científico, entonces podrán conocer, sin prejuicios de clase, que la homeopatía es también una manifestación de la investigación científica. Utilicen también el pensamiento crítico, que para ser sano, ha de estar acompañado del pensamiento autocrítico y usen la sencillez humilde tan importante para estar lejos de posiciones sectarias y dogmáticas.
Termino diciéndoles que la homeopatía, y esa vez no fue la alopatía, me salvó a mí de un importante trasplante de órgano. O fue un milagro en el que los científicos no creen, o fue un acierto de la ciencia homeopática y un fracaso de la ciencia alopática Colaboro científicamente con homeópatas desde hace más de veinte años. Por ello, leyendo su nota quiero recordarles, con todo respeto, de igual a igual, que los científicos procuramos sumar y no restar, los científicos dialogamos y experimentamos, los científicos escuchamos y nos autoanalizamos en el uso del llamado método científico; pero mucho más, investigamos y observamos los movimientos de nuestra actitud científica, que es una aplicación de nuestra actitud fundamental frente a la vida.


sábado, 4 de diciembre de 2010

10 PREGUNTAS QUE ME PICAN

1. ¿Por qué gana más un controlador aéreo que un minero?


2. ¿Por qué gana más una cirujana que una maestra?


3. ¿Por qué la gente ENCADENA su voto afiliándose a un partido político?


4. ¿Por qué la gente va a premiar al PP votándole en las próximas elecciones generales?


5. Si Canarias forma parte del primer mundo, ¿por qué hay tantísima gente pobre entre nosotros?


6. ¿Por qué hicieron santo al marqués José María Escrivá de Balaguer?


7. ¿Por qué la iglesia católica, en un gesto de fraternidad universal y ecuménica, no ha hecho santo a Mahatma Gandhi?


8. ¿Por qué los jerarcas católicos tienen tanto miedo a las mujeres y no las dejan acceder al sacerdocio, episcopado y papado?


9. ¿Por qué un paisano se vuelve tan bobo cuando llega a la Alcaldía, a la Presidencia del Cabildo o del Gobierno?


10. ¿Por qué en el PP hay tantos y tantas bobilines juntos?



AYÚDENME, POR FAVOR, A RESPONDER

ANTICLERICAL, POR SUPUESTO

En las últimas semanas se habla mucho de la iglesia católica, de su Papa, de sus Obispos y de sus Cardenales, de la llamada iglesia de base. El viaje del monarca y Jefe de Estado vaticano Benedicto XVI a España, sus declaraciones sobre el anticlericalismo español que se le antojó parecido al de los años 30, la aparición de su libro LUZ DEL MUNDO, con sus afirmaciones sobre posibles excepciones en el uso del preservativo, el consistorio cardenalicio con nombramientos cada vez más ultraderechistas y casi póstumos, las próximas jornadas españolas de la juventud y, sobre todo, su tenaz voluntad de imponerle a su iglesia e, incluso, a la sociedad civil, en el fondo y en las formas, la teología y la moral preconciliares, hacen que la sociedad civil y la clase política, coreadas por los medios de comunicación, no paren de hablar del obispo de Roma que “por cada puerta asoma”.
Por lo que a mí toca, no quisiera caer pesado a los que me leen; pero mientras la trampa católica siga insidiosamente operante y sin dar señales de aflojar su presión, siempre habrá gente, con conciencia ética y espiritual, dispuesta a la lucha y a la resistencia.
La trampa católica tiene en común con las otras trampas que está oculta y perfectamente disimulada. Caer en ella, por tanto, es relativamente fácil. La iglesia católica surgió como una gran trampa, los hombres que lograron hacerse con el poder dentro de la comunidad cristiana decidieron fundar una religión perfectamente jerarquizada y abandonaron el camino propuesto por el maestro Jesús de Nazareth. Los libre pensadores expertos en la persona y mensaje de Jesús Nazareno, dentro y fuera de la iglesia católica, saben hace tiempo que el hijo de María y de José no fundó ninguna religión, ni ninguna asociación jerarquizada, ni ningún partido sociopolítico, ni mucho menos un estado. Jesús planteó, para todas las personas, religiosas de cualquier religión o agnósticas, un CAMINO NUEVO para andar por la religión o por la vida misma. Es de todo punto de vista (y más históricamente) falso afirmar que Jesús fundó una religión cristiana o, mucho menos, una religión católica. Tampoco es cierto que Jesús rechazara de plano y en absoluto la religión judía de su pueblo. Lo que sí hizo fue intentar purificarla del mortal virus de la desigualdad, de la mentira y de la hipocresía institucional, del abuso de poder de unos pocos trepadores, de la corrupción jerárquica, del ritualismo arrogante y ostentoso de los jerarcas. Jesús de Nazareth no fue antirreligioso; pero sí claramente anticlerical. Fue tan seriamente anticlerical, que los clérigos de Israel, en todos sus escalafones, tomaron buena nota de su modo de vivir y de su irrefutable mensaje y lograron, contra viento y marea, que fuera juzgado y sentenciado a muerte por ello. Un honrado y auténtico conocedor del maestro de Nazareth es radicalmente anticlerical y, por tanto, antipapal.

Pero, ¿en qué consiste la trampa católica? Pues sencillamente en lo que estamos viendo: entretenerse en ver si se usa el preservativo o no, si se dice la misa en latín o no, si las mujeres son admitidas al sacerdocio o no, si se castiga a los clérigos pederastas o no, si se admite el matrimonio de clérigos o no, si se admite una ley que regule el derecho al aborto o no, y así otros “peccata minuta”. Con estos espectaculares y encandilantes distractivos, los jerarcas católicos, ocultan su trampa y su sacrílega traición que consiste en haber convertido el camino de Jesús en religión, el haber cambiado el reino de los cielos de Jesús en reino de este mundo y estado político, el haber transvertido a Pedro el pescador en el único monarca absoluto del mundo civilizado con el nombre de Benedicto XVI, el haber trasmutado el mensaje socio espiritual de Jesús en un conglomerado teológico litúrgico dirigido por los papas, que nombraron dios a Jesús sin razones, sin argumentos, sólo con las sinrazones de poder encumbrarse ellos como vicarios en la Tierra de ese dios. Hay que volver a afirmar, con todo respeto a las conciencias de todos, que el papado y el actual episcopado monárquico, es el verdadero anticristo del maestro Jesús de Nazareth. La trampa católica se sustenta sobre la gran traición del papado, cuando quien se declara sucesor de Pedro se autoproclama monarca absoluto y jefe de Estado, además de gran maestro de teología y de moral. Ni una cosa ni otra son compatibles con Jesús de Nazareth. El clero católico tal como existe, desde el papa hasta el cura, no fue instituido por Jesús, que fue víctima de un clero menos poderoso que el católico. Por eso, quien conoce sin fraudes teológicos a Jesús y le respeta, es anticlerical. ¿O es que podemos seguir tan ciegos ante clérigos como J. Ratzinger, Rouco Varela, J.A. Martínez Camino, Bertone etc.?