martes, 30 de noviembre de 2010

CARL GUSTAV JUNG Y LAS PIEDRAS



Carl Gustav JUNG nació en Kesswil (Suiza) el 26 de julio de 1875 y murió en su casa de Bollingen (Suiza) el 6 de junio de 1961, a los 86 años de edad y a los seis de la muerte de su mujer Emma Rauschenbach.

Los holoanalistas de EITHA reconocemos en JUNG un precursor de nuestra actitud como personas, y especialmente como psicoterapeutas, ante el proceso de la vida. El holoanálisis va aún más allá de la psicología analítica junguiana; pero encuentra en ella importantes elementos precursores.

JUNG tuvo, desde muy niño, una curiosa fascinación por las piedras. En primer lugar, la piedra saliente de la vieja pared de la casa de sus padres en Kesswil. JUNG tenía entonces 9 años y se fabricó un interesante juego con aquella piedra, juego que expresó de esta manera: “Me siento encima de esta piedra y ella está debajo. Pero entonces, la piedra también puede decir ‘Yo’ y pensar: ‘Estoy situada aquí en esta pendiente y él está sentado sobre mí’, dando lugar a esta pregunta: ‘¿soy yo el que está sentado en la piedra o soy la piedra en la cual está sentado él?’ ” Desde una visión clínica, preventiva y terapéutica, es muy importante comprender que JUNG  prevenía o controlaba su ansiedad cuando iba más allá de la ansiógena apariencia de la separatividad  y, entrando en el estado de la “trans-parencia”, gozaba de la experiencia de la unidad, identificándose con la piedra. ¿Nos atrevemos a profundizar, analizando, pensando y opinando, sobre esta curiosa experiencia de JUNG?

La segunda piedra aparece hacia la edad de 10 años. JUNG se había fabricado un muñeco (un maniquí) y le regaló una piedra pequeña, un cayado del río Rin, que él siempre llevaba en el bolsillo. Aquel cayado negrusco del Rin encerraba un SECRETO, era el secreto de aquel niño raro, algo melancólico e introvertido. ¿Nos atrevemos a intuir y a opinar sobre cuál era aquel secreto? También la primera piedra constituía el gran secreto del JUNG niño. Es interesante saber que el crítico inglés de teatro y escritor Kenneth Tynan Peacock (+1927) afirmó que “una neurosis es un SECRETO que Vd. no sabe que está guardando…”

La tercera piedra, sorprendió a JUNG en su casa castillo de Bollingen, a la orilla norte del lago  de Zurich. Después de la muerte de su madre, JUNG comenzó a fabricar un edificio circular en forma de torre, como él decía, “un claustro materno”, sin electricidad ni agua corriente, con mucho silencio y soledad. Luego amplió la construcción añadiendo tres nuevas secciones. El edificio original era bajo, terrero y escondido entre dos torres, expresión de su introversión. Pero al cumplir ochenta años, ya viudo, quiso edificar una planta superior, que para él representó “una superioridad de la conciencia conseguida con la vejez”. Desde el principio, le pidió al constructor que le encargara una piedra angular de forma triangular, pero el picapedrero se equivocó y le envió una piedra en forma de cuadrilátero perfecto, como un gran pedestal con cuatro lados. El constructor, al verla, se enfadó mucho en presencia de JUNG y mandó devolvérsela al picapedrero, pero JUNG gritó: ¡No, esa es mi piedra. Yo debo quedármela! La piedra de Bollingen fue para JUNG, un totem, un altar, un ara en la que vertía su ansiedad que se trasmutaba en paz interior. Era la experiencia de separatividad la causante de su ansiedad, al sentarse en la piedra y fundirse en ella tenía la experiencia de unidad, causante de su paz interior. ¿Puedes reflexionar y  opinar sobre esto? ¿Se captan las consecuencias, tanto preventivas como terapéuticas, de este APUNTE sobre JUNG Y LAS PIEDRAS?




viernes, 26 de noviembre de 2010

EL MIEDO A LA AUTORIDAD ELEGIDA


Con el término “autoridad elegida”, me refiero a los gobernantes elegidos libremente por el pueblo. Es necesario distinguir entre “autoridades elegidas” y las “autoridades impuestas”, que son todas aquellas que no son elegidas. Yo hablo de las primeras, es decir, de autoridades como Rodríguez Zapatero,  Francisco Camps,  Miguel Zerolo, María Dolores de Cospedal, José Miguel Pérez, Esperanza Aguirre, Paulino Rivero, Jerónimo Saavedra, José Manuel Soria, etc., etc.
Pues bien, mi tesis es que hay un miedo fundado, nada neurótico ni fantaseado, a las autoridades elegidas, esas que salen cada cuatro años de las urnas. La crisis global que asfixia a la inmensa mayoría de la humanidad, nos ha enseñado muchas, muchas cosas. Lógicamente, sólo los que tienen oídos libres para oír y cerebro libre para pensar, oyen y piensan libremente y, por tanto, concluyen y aprenden las lecciones de la vida.
Es muy habitual observar, cuando se acercan las elecciones, que cada partido político usa la estrategia del miedo, como táctica de campaña. Cada candidato asusta al electorado con la eventualidad de que su opositor político gane las elecciones:¡Uhhh, uhhh que viene el otro! Sin embargo, y a pesar de todos mis pesares, tengo que reconocer que el miedo a la hora de votar, es cada vez más comprensible, más universal e, incluso y por desgracia, más normal.
Este miedo se ha ido forjando lentamente al ver que cuando el candidato llega al gobierno, realiza metamorfosis tan tremendas como sería la de un huevo que se convirtiese en castaña. A medida que avanza la legislatura, el gobernante se vuelve contradictorio con su programa electoral, manipulable, débil, cobarde y, a veces, hasta traidor.
Yo le tengo miedo a Rodríguez Zapatero, porque, en casi dos legislaturas, el Presidente ha realizado un cambio imposible de asimilar por quien lo votó: fue capaz de oponerse al entonces ”general”  Bush, a su “teniente” Blair y a su “cabo primero” Aznar López, y ahora no se atreve a oponerse al dictador Rey de Marruecos, traicionando, a la vez y otra vez, a los saharauis; al principio, fue capaz de criticar a la Banca y a las grandes fortunas como responsables de la gran crisis global y, ahora, no se atreve a obligar a la Banca y a los más afortunados a que socialicen una parte de sus astronómicos beneficios económicos y se atreve a congelar las pensiones. A Zapatero le he cogido miedo, aunque en la primera legislatura no se lo tenía.
Muchísimo más miedo le tengo a Mariano Rajoy. Recuerdo lo que era Rajoy en el Gobierno de Aznar López y lo que es ahora como jefe de la Oposición. D. Mariano me pareció un buen Ministro entonces, pero desde que fue declarado delfín por Aznar López, su cambio a peor, a mucho peor fue inesperado para mí. No ha controlado en estos seis años y medio, desde el 2004, su rabia por haber perdido unas elecciones que él contaba ya en su haber. Su rencor, su envidia, su sed de venganza, su sarcasmo sin control, sus malévolas preguntas en las sesiones de control al Gobierno, su egoísmo partidista absolutamente insolidario y antipatriótico, han dejado a España sin Oposición parlamentaria y ha hecho un daño a la nación que sólo la historia podrá describir con equilibrio. Tengo miedo, ¡claro que tengo miedo! de ver a este revanchista, negativista descontrolado al frente del Gobierno español. ¿Y qué les parece el equipo del que se rodea? De Cospedal,  Sáenz de Santa María,  Aguirre, Pons, Montoro o  García Escudero, estos no me causan miedo; sino pánico, en canario “chirgo”. ¡Que Dios nos libre de ser gobernados por personas con un nivel tan bajo de inteligencia emocional!
Ya en Canarias, le tengo miedo a mi Alcalde, sí, a Jerónimo Saavedra, a quien voté. Tenía la esperanza de que la capital de mi isla sería cuidada, transformada en sus barrios, enriquecida, culturizada, embellecida y asegurada. Creí que, dada su edad, su prestigio, su abundante experiencia política y humana y contando con que la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria sería su último cargo político, iba a tomarse absolutamente en serio su “carga” como servidor público. No ha sido así. Votaría otra vez a Jerónimo Saavedra; pero ahora ya le tengo miedo y al numerosísimo equipo del que se rodeó, a ese también le tengo miedo, bastante miedo. Creo que también él oyó de los jesuitas que un buen líder es el que elige el mejor equipo de colaboradores… y que un buen líder es bombero, nunca pirómano.
Creí que el profesor universitario José Miguel Pérez sería un hombre sabio, cercano al pueblo, escuchador y cumplidor de sus escuchas; me lo imaginé dialogante y fomentador de personas y grupos activistas culturales y  democráticos a favor de la isla. ¡Pero no, no ha sido así, caracho! Y le cogí miedo bastante pronto, porque un hombre lejano y con  poder, da aún más miedo. Hay asociaciones organizadas de la sociedad civil a las que este Presidente ha ignorado día tras día, mes tras mes. ¡Qué pena, profesor!
Y miedo también le tengo al Presidente Paulino Rivero. Miedo al ver que no ha frenado enérgicamente la destrucción territorial y patrimonial de Canarias (lo peor es que él y su gobierno están convencidos de lo contrario…). Miedo al saber que, para ahorrar en tiempo de gran crisis, disminuye la inversión en educación y en sanidad. No hay valores personales y sociales más intocables que la salud y la educación. Tengo miedo de que el Presidente y su equipo no se atrevan a buscar y a encontrar otras fuentes de ahorro.
El miedo del que hablo no es un miedo asociado a lo innato, ni a errores educativos, ni a generalizaciones equivocadas; sino a la reacción normal ante estímulos objetivos, provocados por algunos políticos que fueron elegidos inocentemente por el pueblo.


lunes, 15 de noviembre de 2010

¡Y SE ARMÓ LA DE DIOS ES CRISTO!

El periodista Juan G. Bedoya, responsable del departamento religioso de EL PAÍS, comentó hace algún tiempo la noticia de que los obispos habían ordenado retirar de las librerías bajo su control, el libro del teólogo y biblista guipuzcoano José Antonio Pagola, de 72 años, con el título JESÚS (Aproximación histórica). Bedoya señala que el argumento principal de sus detractores es que Pagola dibuja un Jesús demasiado humano. Con esta afirmación, recuerda el feroz debate sobre la divinidad o no de Jesús de Nazareth, celebrado en el primer Concilio Ecuménico de Nicea (año 325), convocado por el emperador Constantino I, que fue representado por el obispo Osio de Córdoba, y en el que el obispo de Roma, Silvestre I, fue representado por dos presbíteros, dada su avanzada edad. La cuestión era si Jesús era “consustancial” a Dios, al Padre o no, es decir, si era Dios o no. Entre el obispo Alejandro de Alejandría, que decía que Jesús era Dios y el obispo Eusebio de Nicomedia, en nombre del presbítero Arrio, que decía que no, “se armó, efectivamente, la de Dios es Cristo”. Por fin, el emperador Constantino impuso su autoridad y sentenció que sí, que Jesús era Dios y terminó exiliando y excomulgando a los que no pensaban así, aunque, pasado el tiempo, fueron perdonados y readmitidos. Curiosamente, el mismo Constantino se bautizó en el lecho de muerte de manos del obispo arriano Eusebio de Nicomedia en el 337.

En mi opinión, el Concilio de Nicea y el famoso Credo que de él surgió, sacó el mensaje de Jesús de Nazareth de su original y evidente contenido socio espiritual y lo elevó, desencarnándolo, al nebuloso mundo de lo teológico. En eso consistió la gran traición del incipiente catolicismo al cristianismo. El hijo de José y de María fue divinizado y, por tanto, fue deshumanizado, a pesar de que los teólogos católicos sentenciaron que el nazareno era “verdadero Dios y verdadero hombre”. El Concilio de Nicea se celebró 279 años después del considerado primer concilio cristiano, que fue el de Jerusalén en el año 46, cuando aún vivían los apóstoles. Mi opinión es que, si Pedro y Pablo hubieran estado en Nicea, habrían exaltado la humanidad de Jesús, lo habrían considerado como hijo predilecto de Dios, como gran Profeta, incluso como el Mesías enviado por Dios; pero nunca lo habrían presentado como “consustancial” al Padre, es decir, Dios. ¿A quién se le ocurrió la idea de hacer Dios al Maestro de Nazareth? Lo sencillo, lo objetivo, lo lógico, lo histórico, lo humano, lo normal era reconocer que Jesús fue un ser humano que nació en Nazareth, por tanto, judío de nacionalidad y de religión, hijo de una mujer llamada María y de un hombre, carpintero de profesión, llamado José. Ocurrió que este Jesús tomó conciencia de que su pueblo, y yo diría la humanidad, necesitaba una urgente reconversión a la conciencia universal de igualdad y de amor operativo. Se sintió llamado por Dios a transmitir, demostrándolo con su vida, la necesidad de la hermandad universal bajo el amor y la fe en un solo y único Dios. Habló y actuó con tal claridad sobre la igualdad esencial de todos los seres, que el poder religioso y político, propicios a la desigualdad y a la injusticia, lo torturaron y lo mataron.

¡El Vaticano retira el libro de Pagola y publica y aconseja el libro, con el mismo título, de Benedicto XVI! ¡Un auténtico enfisema teológico, que profundiza la traición católica al sencillo mensaje de Jesús de Nazareth! Insisto en mi opinión: convertir el mensaje socio espiritual de Jesús en un mensaje litúrgico teológico constituye la gran traición, el gran sacrilegio católico.

lunes, 1 de noviembre de 2010

CRISIS, CIENCIA Y CONCIENCIA



El líder más influyente de la ultraderecha norteamericana, Glenn Beck, hizo una masiva exhibición de fuerza, hace unos meses, en el mismísimo corazón de USA. La ídolo de pies de barro, Sarah Palin, candidata a la Vicepresidencia y que hizo  rodar por los suelos a su guerrillero jefe McCain, fue una de sus estrellas invitadas.
Se atrevieron estos de la derecha +, acompañados y jaleados por los más auto endiosados de la ultraderecha, a reunirse justo donde Luther King pronunció hace 47 años su discurso de protesta contra 
los predecesores ideológicos del mediático gurú Glenn Beck, de la republicana Palin y de todos y cada uno de los religiosos patrióticos que llenaban la plaza del mausoleo dedicado al presidente Abraham Lincoln.
¡Fuerte provocación, fuerte insulto y fuerte gente sin vergüenza alguna! En aquella  “Fiesta del Te”” (Tea party), no había sino un pequeño grupo de negros, digo yo si serían los “hijos agradecidos” de los últimos esclavos. Probablemente, fueron los únicos negros que no empalidecieron al oir a  Palin, cuando enseñaba sus dientes de perla apropiándose del legado de Martin Luther en pro de los derechos civiles. Ante esto no cabe el grito de ¡qué vergüenza!; sino el más apropiado de ¡qué sin-vergüenza! Es la misma derecha que se ha alzado con el propósito de torpedear y hundir al que, asombrosamente, consideran socialista Obama. Las sinrazones de la derecha norteamericana para perseguir a Obama son varias. La primera es porque es negro, casado con una negra y con hijas negras, los fundamentalistas y conservadores rubios efebos, de ojos azules, y descendientes de sangre, así mismo azul, británica, se sienten incómodos y humillados con un presidente negro. La segunda razón de la obamafobia de la derecha USA es que ese presidente negro denuncia públicamente, con claridad, las injusticias y gravísimas marrullerías de las élites financieras y les impone una reparación económica por su delito contra la humanidad. Además, la nueva fobia contra Obama también procede de su reforma sanitaria, nunca realizada por ningún otro Presidente USA, que ha dado un duro golpe a las mafias de las compañías de seguros y a las farmacéuticas. Es decir, el Presidente Obama tiene una conciencia igualitaria y unitaria de la humanidad, sus opositores y detractores respiran y viven desde una conciencia de desigualdad y de separatividad entre los seres humanos. Para Obama, los seres humanos somos esencialmente iguales y unidos y esto trae consecuencias sociales, laborales y éticas, incluso económicas y financieras, que son de carácter revolucionario. Sin embargo, para los que aún están en el nivel de conciencia desigual y separativa, cosa que disimulan con una religiosidad ritualista obsesiva, tiene que haber muchos pobres para que haya pocos ricos; tiene que haber trabajo inhumano para que haya boom de la técnica; tiene que haber hombres (negros si es posible…) explotados hasta la indignidad que extraigan casiterita de las minas del Congo, para que la industria de la telefonía móvil y la de los circuitos informáticos rompan toda expectativa de éxito productivo y de acogida en el mercado; tiene que haber venta masiva de armas, cada vez más destructivas, para que los pocos se enriquezcan a costa del lacerante dolor y la muerte de los muchos; tiene que haber usura y abuso financieros para que haya muchos que pierdan sus casas y otros pocos con sueldazos para vivir dos largas vidas; tiene que haber sida o gripe A, frutos diabólicos de la manipulación química, para que las arcas de la mafia farmacéutica revienten de dólares. En fin, la letanía de  aberrantes desigualdades sociales supera con mucho a la del rosario mariano.
Pero, no debemos olvidar que la crisis sistémica que nos angustia (¡ojo! aunque no a todos…) es crisis de la ciencia y si la ciencia es conocimiento, la ciencia ha resuelto problemas puntuales, sobre todo en el mundo de la técnica y de la sanidad; pero la ciencia no ha resuelto nunca el universal problema de la desigualdad y de la separatividad de los seres humanos. Por eso estas crisis serán cíclicas sin remedio. Claro que la ciencia, usada por conciencias igualitarias y unitivas, puede resolver el inmenso problema de la pobreza y del sufrimiento innecesario de la humanidad, pero, ¿son los gestores del poder político y económico gente con esta conciencia de igualdad y de unión, son personas que han superado el nivel infantil y egoísta de la conciencia de desigualdad y de separación? Y lo que es más decisivo, ¿están todas las personas de ciencia al servicio científico de la humanidad? ¿No es verdad que hay “pseudo científicos” al servicio de las mafias del poder y del dinero, incluso fabricando venenos para  la humanidad?  No cabe la menor duda de que detrás de la ciencia, que es conocimiento, está la con-ciencia que es conocimiento  con, conocimiento con algo más. Y ese algo más es la visión ética, es decir igualitaria y unitiva de la sociedad humana.
Sin embargo y a pesar de esta fulgurante evidencia, siguen creyendo los expertos en economía y finanzas que el arreglo de esta crisis global y sistémica tiene que ser de orden económico y financiero. ¡Son los de conciencia desigual y separativa, que es lo mismo que decir los de conciencia neoliberal de toda la vida! ¡Ojalá que esta crisis fuera solamente económica y financiera, ojalá sólo fuera el resultado de gestiones equivocadas, o incluso intencionadamente corruptas, de banqueros y  amos del poder económico! ¡Si así fuera, la solución sería mucho más fácil! Esta crisis de la humanidad señala, con su índice acusador, un largo trayecto que va desde los estratos más visibles de la personalidad donde están la economía y las finanzas, bajando hacia estratos cada vez más profundos, donde residen los valores humanos y espirituales, hasta llegar a señalar a la mismísima conciencia, solitaria y soberana habitante del alma personal.