domingo, 12 de diciembre de 2010

A LOS CIENTÍFICOS CANARIOS DE LA LAGUNA



El Aula de Divulgación Científica de la Universidad de La Laguna  ha arremetido contra la medicina homeopática, declarándola, ex cathedra, como pseudomedicina, pseudoterapia carente del mínimo valor médico, y ha reprochado al Presidente del Gobierno Canario y al propio Parlamento Autonómico por apoyarla. Es curioso porque mi idea es la de felicitar a ambos por su sabiduría, su conciencia abierta y su valentía al apoyar, con su presencia,  la alternativa médica homeopática a la convencional medicina alopática. Es también curioso que muchos alópatas, no todos, se sientan atacados por la homeopatía en su conciencia de clase corporativa. Y además, víctimas de un gatillazo regresivo infantil, los científicos laguneros se enfadan con papá Paulino, porque también valora y ama a otros hijos
Yo también me considero científico (aunque no pertenezco a ninguna asociación de científicos). He cursado dos carreras universitarias, una con doctorado, y dos diplomaturas y he cumplido cuarenta y un años ejerciendo como psicólogo clínico en Roma, Nápoles, Londres, Sevilla y Las Palmas de Gran Canaria, investigando científicamente en mi consulta diaria con más de catorce mil clientes (otro día les diré por qué no les llamo pacientes…). He sido y soy, además, formador post grado de un buen grupo de psicólogos y de médicos. Todo esto lo digo para dirigirme a Vds. como colegas, de igual a igual, lo cual es esencial para dialogar. Es importante que yo les respete a Vds. como iguales y Vds. hagan lo propio conmigo, aunque yo no pertenezca al Aula de Divulgación Científica de la ULL. Yo espero que esa Aula no se haya autodefinido científicamente infalible, al estilo de Pío IX en 1870. Ese nefasto papa, que por su neurosis de pérdida  de los Estados pontificios frente a Garibaldi, se autocompesó, declarándose infalible por encima de la ciencia y de las ideologías, se convirtió en un autista papal en relación al mundo y a la humanidad.
Queridos colegas científicos y canarios, déjenme protestar por la inconmensurable salida de tono de su ataque contra la medicina homeopática. ¡No la consideran vds. como ciencia! ¿Y quiénes son Vds. para considerar como científica o no una actividad humana? Sean, por favor, hipotéticos y opinantes, no dogmáticos y excluyentes. Dicen Vds. que en 2003 se fundó su Aula con tres objetivos: el primero es  divulgar el conocimiento científico, el segundo es divulgar el pensamiento crítico y el tercero la identificación de las pseudo ciencias.
Vayamos por partes, porque la triple finalidad de esta Aula de Divulgación Científica, encierra cierto peligro. En primer lugar, niegan Vds. que la homeopatía, y me imagino que también el psicoanálisis, la psicología transpersonal, la medicina china, la medicina chamánica y otras muchas disciplinas, sean conocimiento científico. ¿Saben Vds. lo que es el conocimiento, más allá del superficial saber? ¿Saben vds. que el adjetivo “científico” aplicado al conocimiento supone una limitación y represión del mismo? La ciencia, con su método inflexible y materialmente empírico, ya no es un trampolín; sino una trampa en manos de los poderes fácticos. Creer lo contrario es lo que convierte toda comunidad científica en una secta, en una religión laica, tan delirantemente infalible como las sectas religiosas. En segundo lugar, ¿de qué pensamiento crítico habla una secta científica? ¡Claro que el pensamiento crítico es piedra angular del método científico! pero ¿por qué tienen Vds. tanto miedo a lo nuevo, a lo alternativo? ¿Por qué la comunidad científica ha padecido siempre de una terrible psicopatología que es el misoneísmo (miedo patológico a lo nuevo), señalado valientemente por Carl G. JUNG? ¿No anotan Vds. en sus hojas de registro que todos los innovadores, descubridores y creadores, reconocidos, luego, como científicos fueron primero temidos y perseguidos por la ortodoxia corporativista de la comunidad científica?
Efectivamente, la experiencia de la incertidumbre permanente, el anti dogmatismo, la  capacidad siempre abierta al cambio y a lo nuevo y la disposición de observación desinteresada y de escucha sin defensas, constituyen la actitud fundamental científica, tan importante, o quizás más, que la objetividad del llamado, ¡con muchas reservas!, método científico.
En tercer lugar, y llegando a un lugar y nivel delicados y peligrosos, el Aula Cultural de Divulgación Científica de la ULL, se asigna la misión inquisitorial de “identificar a las pseudo ciencias”. Si las identifican como falsas ciencias, es para excomulgarlas y anatematizarlas. Es la Santa Inquisición de la Ciencia, que no teniendo ya la posibilidad de la hoguera en pública plaza, expulsa y declara ineptos a los nuevos, a los críticos, a los innovadores, siendo estos tan médicos como aquellos.
Queridos colegas científicos y canarios, usen el conocimiento, pero con sus tres ojos, corporal, psíquico y espiritual, es decir, el conocimiento holístico que es el único auténtico y científico, entonces podrán conocer, sin prejuicios de clase, que la homeopatía es también una manifestación de la investigación científica. Utilicen también el pensamiento crítico, que para ser sano, ha de estar acompañado del pensamiento autocrítico y usen la sencillez humilde tan importante para estar lejos de posiciones sectarias y dogmáticas.
Termino diciéndoles que la homeopatía, y esa vez no fue la alopatía, me salvó a mí de un importante trasplante de órgano. O fue un milagro en el que los científicos no creen, o fue un acierto de la ciencia homeopática y un fracaso de la ciencia alopática Colaboro científicamente con homeópatas desde hace más de veinte años. Por ello, leyendo su nota quiero recordarles, con todo respeto, de igual a igual, que los científicos procuramos sumar y no restar, los científicos dialogamos y experimentamos, los científicos escuchamos y nos autoanalizamos en el uso del llamado método científico; pero mucho más, investigamos y observamos los movimientos de nuestra actitud científica, que es una aplicación de nuestra actitud fundamental frente a la vida.


1 comentario:

  1. Muy buen artículo, Jaime. Ya, en alguna ocasión, me he manifestado en el sentido que tú planteas, aunque ciertamente no tan bien como tú lo haces.

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