lunes, 23 de mayo de 2011

LA ESPAÑA CONTRADICTORIA


El movimiento 15-M contra el milenario sistema capitalista-neoliberal está suponiendo un serio aldabonazo a las conciencias dispuestas a la apertura y al auténtico progreso. El 15-M pretende inaugurar la segunda transición española. La primera transición supuso la muerte de la dictadura y el nacimiento de la democracia, transición pacífica y efectiva  que elevó la autoestima de los españoles, aplaudidos por la comunidad internacional. En esta segunda transición, muchos miles de españoles, jóvenes y también mayores, dan un paso mucho más serio, mucho más profundo, difícil y arriesgado: quieren que la democracia conseguida en 1978, sea una democracia real, porque es evidente que la democracia postfranquista tiene tantos agujeros como los ojos redondos que puede tener un queso gruyère. La cuestión es que no puede haber una democracia real dentro de un sistema capitalista-neoliberal. Y es contra este monstruoso paquidermo del sistema capitalista-neoliberal  hacia el que se dirige la protesta y la rebelión del 15-M. La empresa es enormemente grande, pero muy inteligente, muy certera, muy honrada; algunos añadirán que también es muy ingenua, muy utópica. También se consideró ingenuo y utópico que la Pasionaria y Santiago Carrillo se sentaran en las Cortes o que un negro se sentara en el despacho oval, o que el todopoderoso Strauss-Khan haya dormido en chirona, o que el faraón Mubarak haya sido derrocado en Egipto, etc. Hacer real una democracia, sin abolir el sistema o paradigma antidemocrático que la cobija, eso sí que es ingenuo  y absolutamente imposible. Es evidente que las decenas de miles de personas que pusieron en marcha el 15-M son gente de conciencia abierta, progresista, solidaria. Por lo que yo he visto aquí en Gran Canaria la inmensa mayoría es gente de izquierdas. Realmente es raro, aunque no imposible, que una persona de derechas se rebele contra el sistema capitalista-neoliberal. Todos sabemos que los mercados se han apoderado del poder del pueblo, es decir, han secuestrado a la demos-cracia y dirigen a los políticos, delegados del pueblo como marionetas. Por eso me resulta incomprensible la espantosa victoria de la derecha española en estas elecciones autonómicas y locales. Aquí es donde España se vuelve contradictoria: las transiciones no las hace la derecha, ni la del 78 ni esta del 15-M, en todo caso se hacen a su pesar y quizás con el apoyo de alguna gente de derecha moderada.
El PP ha bombardeado durante dos legislaturas al Gobierno socialista por debajo de la línea de flotación. No ha hecho oposición; sino indecente estrategia de acoso y derribo. Si los mercados y su socia la Unión Europea han conseguido hacer que los socialistas acepten e impongan dolorosas reformas que están pagando los más débiles, ¿qué sucederá cuando el PP, miembro natural del sistema capitalista-neoliberal, llegue a la Moncloa? ¿O es que hay alguien en su sano juicio que crea que el PP va a plantarle cara a los dueños del dinero? El PP no apoya, ni anima al movimiento 15-M, tampoco lo hace la gente de conciencia encapsulada, cerrada y contraria al cambio. Se han celebrado las Asambleas pacíficas, serias, cívicas y valientes del 15-M, orgullo de España dentro y fuera de nuestras fronteras y, a la vez, una tremenda mayoría de votantes han ofrecido una apoteósica victoria al PP. Esta es la España contradictoria. Tendremos tiempo de arrepentirnos de nuestras contradicciones, así lo espero.


4 comentarios:

  1. Tienes razón en lo que dices. En su día, manifesté mi temor de que este movimiento fuera capitalizado por la derecha por las fechas en que se producía la movilización. Quizás ahí radique, al menos en parte, esta paradoja que planteas.
    También me gustaría que ese movimiento tuviera futuro. Pero me acuerdo de lo que acerca de él ha dicho Hessel: ha de tener un líder, algún interlocutor, y ha de tener en cuenta que no todo lo que hay es malo (no son sus palabras exactas, pero creo que es la idea que expuso).
    Me uno a tus deseos de éxito de esta iniciativa.

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  2. En mi opinión, y en el de muchas otras personas, esta no es una democracia real, es una democracia formal o mejor dicho ni siquiera eso, es una democracia aparentemente formal. Claro supongo que este sistema siempre será mejor que una dictadura tipo Pinochet. Lo que es evidente es que lo que sustenta a todas las democracias actuales, es el hecho de que se nos hace creer que somos libres, invento genial, puesto que de esa manera se neutraliza mejor cualquier intento de liberación, ya que si un esclavo moral (que es el que lleva las cadenas en el cerebro y no len los brazos) no se siente como tal, lógicamente no hará ni el mas mínimo intento por liberarse, y el Sistema "privao" con todo lo que se ahorra en capataces, policía secreta, Stasi y demás organismos de control y represión.
    La cuestión es la siguiente: No creo en la posibilidad de una democracia real en la que no se tenga en cuenta que solamente alrededor de un 4% de la población tiene una auténtica capacidad de reflexión crítica (según Ken Wilber), entendiendo esto como no solamente la capacidad de de pensar sobre las cosas, sino y esto es importante, la posibilidad de pensar sobre el propio pensamiento.
    Entonces, si en esta democracia pseudoformal e irreal, millones de personas eligen a un grupo de personas (parlamentarios), en una hipotética democracia real, sería necesario un paso más, que sería el siguiente: Que los actuales millones de votantes, delegasen en este 4% de personas que han desarrollado una mente auténticamente autoreflexiva para que eligiesen a los políticos.
    Pero aquí surgen varios problemas: ¿Quien decide que persona tiene capacidad autoreflexiva y quién no? y ¿Quien de los no autoreflexivos sería capaz de reconocer que no lo es?
    A su vez estaría el gran pelligro del elitismo y del hybris. Pero una cosa esta clara la democracia real precisa de mentes conscientes con verdadera capacidad de juicio y esta capacidad es minoritaria entre la población, por lo ¿Que se puede hacer? Pues eso contentarnos con esta democracia pseudoformal y que Dios nos coja "confesaos".

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  3. Bueno, es que la perfeccion en este planeta aún no la conocen los humanos, y esto mismo los hace humanos. Lo primero es no dajarnos abatir por los ataques del sistema, se quiera o no, ¡la españa que vota, tiene una representación de más de la mitad de sus votantes (votos blanco, nulo, abstención, voto a partidos minoritarios), que no están de acuerdo con lo que hay. Cuando una revolución comienza, es difícil no aplastarla, pero si no se consigue aplastar, nadie puede predecir lo que se conseguirá ni por donde pasa esto que empieza a germinar, sutil pero profundamente.
    Me alegra enormemente ver que si los adultos desaparecemos, los jóvenes estan ahí, y algunos más...

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  4. La única razón por que la democracia o sucedáneo de democracia existe, es porque las personas que rigen el poder real saben que pueden manejar sus hilos a su antojo.
    Lo que conocemos como democracia (eso de ir a votar cada 4 años por ejemplo), es un sistema de dominación que consiste en hacer creer a las personas que son libres. Es verdad que hay libertad de movimiento, de expresión etc pero la principal libertad que es la de pensamiento luce por su ausencia.
    No puede haber democracia real si las personas no tienen libertad de pensamiento, si no tienen capacidad de generar sus propias opiniones, si no tienen capacidad de auténtica reflexión, si no tiene conciencia crítica etc etc y estas cualidades desgraciadamente, solamente son desarrolladas por una minoría.
    Y no tiene nada que ver con el coeficiente intelectual, la razón es la siguiente: El proceso de socialización convencional, de ingreso en la polis y de adaptación al medio, por mera supervivencia, se convierte en prioritario, y todo desarrollo de la propia individuación y del proceso de llegar a ser un libre pensador pasa a un segundo término.
    La individuación y el libre pensamiento, dificultan la socialización convencional, y por eso son reprimidos (de manera inconsciente).
    Todo esto tiene dos consecuencias principales:
    1ª A nivel individual se reduce el problema de-estar-en-el-mundo.
    2ª A nivel colectivo se aumentan drásticamente los problemas, ¡claro! como para no sufrir no he desarrollado la capacidad de discernimiento, pues así como si nada, voto a Bush, a Aznar, a Berlusconi, a Soria etc etc en definitiva voto a lo mas selecto de la sociedad, a la creme de la creme.
    Incluso si soy trabajador por cuenta ajena y tengo un sueldo miserable, voto a políticos cuya receta para la crisis es desmantelar el "Estado del bienestar".
    Bueno con decir que Adolf Hitler llegó al poder por medio de unas elecciones democráticas, eso dice todo.

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