lunes, 14 de noviembre de 2011

LOS POLÍTICOS Y LOS PAÑALES



Acaba de recordarme un amigo la frase del poeta irlandés y premio Nobel Bernard Shaw: los políticos y los pañales deben cambiarse a menudo… y por los mismos motivos. El próximo 20N cambiaremos de pañales políticos o de políticos pañales. La diferencia entre nuestros políticos y los pañales de nuestros bebés es que los pañales se  cambian a mejor, un pañal ya hediondo se cambia siempre por uno limpio e inmaculado. Nunca ocurre que sustituyamos un pañal sucio por otro más sucio todavía. Sin embargo, ¿cuántas veces hemos cambiado a políticos sinvergüenzas y corruptos por otros más corruptos y más sinvergüenzas aún? En Europa parecen arrepentirse de haber elegido a la derecha económico-político-financiera: a Berlusconi, a Sarkozy, a Cameron, a Merkel, a Passos Coelho en sustitución de lo que tenían. Mientras Europa parece regresar de enfoques neoliberales, España se acerca a ellos… ¿No es esto quijotismo? Cuando el otro día escuchaba al Sr. Rajoy que pedía, con franciscana sencillez, la unión y colaboración de todos los partidos políticos con el nuevo Gobierno de España, se me hizo insoportable su desvergüenza tras sus siete años como jefe de la oposición, una oposición marcada y dictada por la FAES del Sr. Asnar López. Oposición vengadora, emocionalmente incontrolada, desleal, antipatriota, cuyo único fin era el acoso y derribo del Presidente del Gobierno ya desde el primer minuto de la primera legislatura socialista, cuando aún quedaban más de tres años para el estallido de esta crisis de civilización, provocada por el terrorismo financiero. El otro mal olor del Sr. Rajoy y su equipo lo crea su hermético y altamente sospechoso silencio sobre la cruel crisis global, que los sádicos epulones del mundo han fabricado y sostienen. Que el Sr. Rajoy y su partido no vean y no acepten el decisivo influjo de esta enorme crisis de civilización sobre España, manifiesta, con evidencia solar, su mal olor bajo la línea de flotación y su irracional avidez de poder. ¿Qué hará el Sr. Rajoy y su partido, sobre todo, qué haremos los españoles cuando, a los 100 días de su mandato, si es elegido, el paro no haya bajado, sino subido y el estado del bienestar haya profundizado su deterioro, como avisa la UE? No puedo creer que cambiar a Zapatero-Rubalcava por Rajoy sea mejor. En mi opinión, el pañal de Rajoy está mucho más sucio que el que queremos cambiarle a Zapatero-Rubalcava, ¡que también lo está! Este sistema, hasta que llegue el momento de matarlo, nos obliga estratégicamente a la elección del mal menor, y, a mi juicio, el mal menor no es la derecha apadrinada por los mercados, nunca lo es y menos ahora. La derecha, en concreto la española, no es el mal menor  a elegir, entre otros, por los siguientes motivos: 1. El Sr. Rajoy ha hecho una desleal oposición  desde la hamaca de Peridis, comandado a distancia por la FAES del Sr. Asnar López: “¡No hagan nada, desprestigien al Presidente ZP, eso bastará!”. 2. El Sr. Rajoy y su partido rechazan derechos individuales (derechos de las mujeres, derechos de los homosexuales, derecho a la aconfesionalidad del Estado…) y varias libertades de las Autonomías. 3. Son los aliados naturales del dios mercado que ha corrompido al planeta Tierra desde sus raíces con un innegable terrorismo financiero. 4. Aunque lo nieguen, son proclives a la privatización de los servicios públicos, especialmente sanidad y educación, alimentando, probablemente sin ser conscientes, la desigualdad y la injusticia sociales. Es evidente, que el pañal político del Sr. Rajoy es bastante más sucio que el sucio pañal del Presidente ZP o el de los candidatos Sr. Rubalcaba o Sr. Cayo Lara. Pero, nos queda la triste ley electoral del mal menor, porque el hediondo pañal del neoliberalismo nunca será cambiado por sus fundadores los terroristas financieros y su  derecha política. Ellos usan mascarillas y se perfuman, los demás respiramos su peste.

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