sábado, 22 de enero de 2011

¿DÓNDE QUIERES EL TIRO?

Esa fue la pregunta que, según la mujer, le hizo el hombre apuntándola con su Smith & Wesson cargada. Como quiera que la pistola estaba ya sin el seguro, con una bala en la recámara y ocho en el cargador, estuvimos en un tris de inaugurar en 2011 y en Gran Canaria los asesinatos de mujeres a cargo de maltratadores machos machistas. No puede un hombre encañonar un día a su mujer, sin que haya ejercido desde tiempo atrás su condición de maltratador macho machista. Lo que ocurre es que hay algunos maltratadores que actúan ruidosamente como elefantes en chatarreras y otros que ejercen sigilosamente sobre alfombras como zorros… Afortunadamente, el maltratador macho machista no disparó su arma y no tenemos que lamentar el asesinato de una mujer. Sin embargo, lo sucedido nos ofrece la oportunidad de seguir tomando conciencia sobre la realidad de la violencia de género. El asesinato de una mujer a manos de su pareja es la manifestación última y más cruenta de la “mente patriarcal”. Pero, previamente a ese injustísimo y fatal desenlace, la “mente patriarcal” se caracteriza fundamentalmente por dos rasgos habituales e inconfundibles: la actitud de desigualdad y la actitud de posesividad.
La “mente patriarcal” nace y se desarrolla de la profunda creencia en la desigualdad esencial entre hombres y mujeres. Se trata de una creencia tan radical y tan honda que en la mayoría de las personas se encuentra en estado inconsciente. Con la “mente patriarcal”, y apoyándose en la ley física del más fuerte, el hombre cree ser desigual, también en esencia, a la mujer, es decir, superior psíquica y espiritualmente, además de serlo físicamente. Esta diabólica creencia es la fuerza bruta que mueve los sentimientos, los pensamientos y las reacciones de un maltratador macho machista. Por eso, dentro del nuevo sistema educativo que la humanidad necesita, el empeño por implantar la conciencia de igualdad esencial entre todos los seres humanos, debe ser la primera piedra. Esta es una tarea muy ardua, porque ya sabemos que el sistema capitalista neoliberal que nos domina, hunde sus raíces, tácita o explícitamente, en el satánico principio de la desigualdad entre los seres humanos.
La “mente patriarcal” también nace y se desarrolla a raíz de la creencia en el derecho de posesividad del hombre sobre la mujer. Esta actitud de posesividad, hija espontánea de la conciencia de desigualdad, es la otra pata del maltratador macho machista. “Solo mía”, al estilo de la película de Javier Balaguer. ¡O mía o de nadie! La “mente patriarcal” es la mente arrogante y “dominadora” del “dominus” con “dominio”, por tanto, sobre la vida y la muerte de sus siervos, entre los que está la mujer. Solo un sistema educativo radicalmente nuevo nos hará cambiar a la conciencia de igualdad esencial y a la conciencia de libertad individual, entonces ocurrirá la muerte de la “mente patriarcal”. Parece no haber bastado el revolucionario lema francés de liberté, égalité, fraternité para lograr la rendición incondicional de la mente patriarcal. Aún nos quedan más revoluciones; pero revoluciones que, a través de un nuevo sistema educativo, apunten a la transformación de las conciencias de las personas individuales, que son las que conforman las conciencias sociales y las conciencias políticas. Las conciencias de desigualdad y de posesividad, tan abundantes y tan enraizadas en nuestra sociedad, no son conciencias; sino subproductos pseudo racionales y destructivos de la mente patriarcal.

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo, Jaime. Me ha gustado mucho.

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  2. Muy bueno. Pero ... el Patriarco, el machismo, el feminismo, las castas, las clases sociales, el poder adquisitivo y cultural, el conocimiento... ¿no están intimamente interrelacionados con el Poder, con el consumismo, con la globalización de la primacía de la imagen y las apariencias, con los valores no explícitos etc; no son acaso separaciones y divisiones, que representan todas la radical desigualdad del sexo-género? No puede darse un cambio de paradigmas, en una concepcion del ser humano, del como ser humano, si no se da globalmente e integramente. Y EL HECHO ES QUE NO SOMOS IGUALES, ni física, ni psíquica, ni nada ... Se ha desmostrado científicamente que la mente masculinizada es distinta (tiene distintas activaciones segun muestras pruebas de neuroimagen de zonas corticales activadas), digo, es distinta a la mente feminizada. Las mujeres, tenemos más areas activadas a la vez, en ambos hemisferios que los hombres, en general.
    Por tanto, la igualdad habrá que definirla, pues aunque somos igualmente personas, no somos personas iguales.

    ¿qué le parece,?

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