domingo, 1 de abril de 2012

NO NOS ENTERAMOS, SR. SORIA

No nos enteramos de qué va. Mientras caminaba con la manifestación del sábado 24 de marzo en contra de las prospecciones petrolíferas, se me impuso este pensamiento casi obsesivamente: No nos enteramos de la misa la mitad. La multitud señalaba al ministro Soria López y a los directivos de Repsol como personas de las menos enteradas actualmente. En realidad, da la impresión de que no saben de qué va. No se enteran, ni ellos, ni los políticos indeseables, ni los negreros mercaderes de que la crisis que padecemos no es una, sino dos. Y puede ocurrir que la segunda oscurezca a la primera y haga que la olvidemos. Hay una primera crisis impresionante y temible que es la crisis de la Tierra o, dicho de forma más reducida, la crisis del cambio climático, provocada por la acción irresponsable y delictiva del ser humano. Luego, la crisis del sistema social, esa que los mercaderes y gobernantes llaman, por sus torpes intereses creados, crisis financiero-económica. También esta crisis ha sido causada por la irresponsabilidad y por las maldades de algunos seres humanos. En ambas crisis ha sido la conciencia humana, la madre desnaturalizada y ramera que las parió. La crisis de la Tierra ha sido parida y es alimentada por la conciencia anti ecológica y la crisis de la sociedad por la conciencia anti social. Cada vez está más claro que, en esta vida, todo es cuestión de conciencia. Conciencia es más y mejor que saber. La conciencia, como conocimiento más profundo y más claro, es la guía y la directriz de nuestras actitudes y de nuestros actos. Son muchos los tipos de conciencia que definen a los seres humanos. No vamos a ser prolijos y nos centraremos sólo en algunos tipos de conciencia, hoy más presentes y visibles que nunca. Todos los servidores del paradigma capitalista neoliberal, incluido el ministro Soria López y Repsol, están fijados en una conciencia capitalista, así la llamo porque el capital es, para ellos, el valor decisivo, aunque tienen otros valores pero secundarios. Esta conciencia capitalista es la meretriz que parió al “tanto tienes, tanto vales”. Los poseedores de esta conciencia capitalista todo lo miden desde un patrón económicamente lucrativo. Esta conciencia capitalista se encuentra, prevalentemente, en individuos muy narcisistas y egoístas y en pequeñas élites muy clasistas y fóbicas. Es por eso que ni el Sr. Soria ni Repsol, fijados como están en este tipo infantil y perverso de conciencia, pueden entender las manifestaciones contra las prospecciones y explotaciones petrolíferas, siendo el petróleo antigua y ambicionada fuente de capital. Es decir, ellos no se han enterado que la Tierra, a través de una amenaza catastrófica de cambio climático, exige que la humanidad abandone y sustituya los combustibles fósiles no renovables como el petróleo, el carbón y el gas. No se enteran de que fueron estímulo de progreso desde la revolución industrial, pero con efectos muy nocivos y letales para la vida en la Tierra. No se enteran de que no es sólo el peligro del alquitrán en nuestras playas o la espantada del turismo; sino que la Tierra ya no tolera, no aguanta más el uso de esas energías contaminantes, ya no soporta más tanto dióxido de carbono. No se enteran, dado su tipo de conciencia capitalista, que la Tierra necesita y exige, bajo terrible amenaza climática, el cambio radical a las energías limpias y renovables, que las hay en abundancia. Para ello, solamente quienes han accedido a la conciencia socioecológica, y que se enteran de cuál es la auténtica realidad, pueden realizar el cambio de paradigma que la Tierra y la Humanidad necesitan y exigen. Estas personas están en la lucha, intentando transmitir el incalculable valor de la conciencia socioecológica, ante la pétrea oposición de los adictos al poder político y de los idólatras del dinero, atrapados en la conciencia capitalista. No es prudente ni sabio dejar para alguna vez lo que tenemos que hacer ahora, porque si no lo hacemos ahora, ¿por qué lo haríamos alguna vez?. Agustín de Hipona lo dijo con la contundente claridad de su latín: Si aliquando, cur non modo?; et si non modo, cur aliquando? Al Sr. Soria y a Repsol se lo diré en castellano y cantando: “¡No te quieres enterar, ye, ye, que la cosa es de verdad, ye,ye,ye,ye!”. ¿Se lo diremos en hebreo y llorando la próxima vez?

3 comentarios:

  1. En este video youtube se dice claramente y con argumentos muy convincentes lo que nos espera de seguir de esta manera, yo soy de la opinión de que el cambio de Sistema, solamente se podrá dar mediante el colapso del mismo (colapso que desgraciadamente generá una enorme y global tragedia humanitaria).
    Como dice Saramago "La alternativa al neoliberalismo se llama conciencia". Y precisamente, ese déficit de conciencia de nuestros dirigentes, y de nosotros los que los elegimos, es lo que me hace ser tan pesimista.

    http://www.youtube.com/watch?v=Az5lDJvOOEI&feature=related

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  2. En cuanto al perfil psicológico de las personas que ascienden en el escalafón del poder politico y económico, se sabe que abundan los rasgos narcisistas y psicopáticos.
    No sólo hay estudios que lo demuestran, sino que cualquier persona con una formación psicológica mínima lo puede comprobar solamente encendiendo la tele.
    No hace falta ser un asesino en serie para ser psicópata, de hecho, son una minoría, también existen grados dentro de las psicopatías, pero si una persona no siente ninguna culpabilidad al dañar, engañar y aprovecharse de los demás, y si además tiene "cualidades" para ello, estaríamos ante un posible psicópata.
    El sistema actual, premia a las personas con rasgos psicopáticos, ya que esa carencia de escrúpulos y ese enfoque mental dirigido a su exclusivo beneficio personal, los hacen tremendamente competitivos a la hora de "trepar", esto hace que, por ejemplo, en los partidos políticos, dichos rasgos abunden tanto entre sus dirigentes.
    Aquí dejo el enlace de una entrevista a Jon Ronson, que es un autor que trabaja sobre este tema del poder y la psicopatía.

    http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/23/cultura/1332530504.html

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  3. ¡amen, querido sergio!
    pero mientrassss muxos/as compañeros/hermanos siguen cayendo...
    Si impone aceptar el cambio, pero luchar por la vida ...

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